CUEVA DEL SOLDADO REPUBLICANO , O CUEVA DE ALCALA
Crónica por JORGE CANTERLA:
El Pasado sábado día 3 de Mayo, quedamos unos cuantos de Trepamundos en la Plaza del Coso de Fuenteheridos. Concretamente José Antonio Ramos, Rafa Moya, Carmen, Tamara, Juanmi y Jorge Canterla.
El Pasado sábado día 3 de Mayo, quedamos unos cuantos de Trepamundos en la Plaza del Coso de Fuenteheridos. Concretamente José Antonio Ramos, Rafa Moya, Carmen, Tamara, Juanmi y Jorge Canterla.
A eso de las 17:00h, nos esperaba en dicho lugar Isidoro, que hizo las veces de maestro y guía, en nuestra incursión espeleológica en la cueva de Alcalá. Situada en las canteras de mármol de Navahermosa.
La cueva de Alcalá, tiene grabado a fuego en sus paredes, nunca mejor dicho, la historia viva de nuestra Sierra.
Haya por el sangriento Agosto de 1936, seis hombres mas tarde conocidos como los Topos de Navahermosa, huyeron cuando las tropas franquistas del comandante Redondo avanzaban desde Levante a Poniente. Estos hombres sabían su futuro de muerte porque estaba escrito en listas que el caciquillo de turno había confeccionado en cada pueblo. Ellos no lo esperaron.
Era como si la tierra se los hubiera tragado. Y así fue, ellos estuvieron escondidos en una cavidad de mármol para salvar sus pescuezos, ya que las tropas sublevadas eliminaban a todo aquel que estuviera relacionado con la política de izquierdas. Los seis fueron los más buscados en toda la Sierra. Durante tres años estuvieron encerrados en la Cueva.
Los cinco héroes que permanecieron sepultados eran Antonio Castilla, Víctor Marín, José Fernández y Teófilo Fernández, de Navahermosa. Matías de Galaroza y Guerrero de la Nava.
Esta cueva se compone de, al menos, 6 salas, comunicadas a través de pasajes y gateras estrechas, dónde merece la pena rebozarse por el suelo arcilloso. Siguiendo las huellas de los soldados, es fácil llegar hasta la sala de las camas. Aun allí, se conservan los restos de los camastros, hechos con tablas. Por supuesto, toda la sala está ennegrecida por el humo. Si seguimos hacia delante, empezaremos a entrar a la parte más difícil de la cueva, dónde es fácil perderse. Aunque técnicamente no es difícil, la gran cantidad de gateras y galerías, puede llegar a confundirte. Es una caverna de progresión horizontal, con algún pequeño trepe que otro, y un recorrido lineal. Ya que entramos y salimos por diferentes bocas.
En definitiva pasamos una tarde genial, que al menos yo, espero repetir pronto. El recorrido lo hicimos en unas tres horas, aunque se puede hacer en bastante menos, dependiendo del numero de personas que vayan. Ya que hay salas en las que hay que entrar y salir por el mismo lugar. Por lo que hay que esperar bastante a los compañeros.
Desde Aquí quiero agradecer al amigo Isidoro, la gran experiencia que nos brindo, GRACIAS.