Subida al Torrecillas por los Quejigales y bajada por el Bosque de las ánimas.
El Sábado 25, bien temprano, muy temprano, demasiado temprano... para ser sábado se entiende y lloviendo a mares en Sevilla, Huelva y media Andalucía, tanto, que algunos, bueno... al menos este servidor de vds. pensaba si alguno del grupo tendría juicio para suspender la subida en estas condiciones. Próximos a Ronda dejó completamente de llover, manteniéndose el cielo encapotado pero sin gota de agua.
Quedamos en el Bar Restaurante El Navasillo en la ctra. de Ronda a San Pedro de Alcantara, próximo al carril que lleva al área de los Quejigales, varios compañeros del Club, a saber, Carmen, Olga, Antonio, Gonzalo y Fernando, junto con Helmunt, compañero de Antonio, Antonio Carmona y Rafi, familiares de Antonio.
Dos, Olga y servidor íbamos desde Sevilla, Antonio Castro, Carmen, Gonzalo y Helmunt desde Huelva y por último Antonio Carmon y Rafi desde Córdoba.
Tras desayunar y las oportunas presentaciones, marchamos a los Quejigales, donde tras aparcar iniciamos la subida a un más que buen ritmo que en los primeros repechos consiguió que empezáramos a quitarnos ropa, a pesar del frio y la niebla que nos envolvía, hasta llegar al collado donde junto con los primeros neveros, al estar ya desprotegidos por el bosque, el viento soplaba con el brío suficiente para tirar de nuevo de las chaquetas, forros, gorros y guantes...
El espectáculo que encontramos al llegar a la zona del puerto de los pilones fue algo casi indescriptible con palabras, creo que alguna foto puede hacerle algo más de justicia a la belleza que se nos mostró... los quejigos de montaña helados, cubiertos por la cencellada en toda su extensión, como esculpidos en mármol blanco iridiscente... Los pinsapos centenarios, asemejaban árboles de una Navidad, en las afueras de la morada de Papá Noel.
Continuamos el ascenso hasta la fuente, donde decidimos comer a la vuelta tras coronar la cima de nuestro objetivo del día, el Torrecillas con sus 1919 metros.
En la subida del tramo final hasta la cumbre, la niebla espesó hasta hacer difícil la visión de la vereda que perdimos en más de una ocasión, obligándonos a trepar por derecho, en una de esas, nos encontramos con José, guardia civil en Algar, que caminaba solo y se había despistado por la niebla también y daba la vuelta, al vernos... no podéis imaginar su cara de alegría, se unió a nuestro grupo hasta volver a los coches, llegando todos juntos a la cima, donde tras hacernos las fotos de rigor y abrazarnos, comenzamos el descenso dado el frio y viento reinante.
Comimos en la fuente, dando más que buena cuenta de las botellitas de vino que llevábamos y los bocatas. bajando rápidamente, por el frío, esta vez optamos por seguir por el bosque de las ánimas, con menos pendiente y algo más de distancia, pero de una belleza espectacular, entre pinsapos, musgo, helechos, nieve... en algún que otro momento creíamos que nos podía sorprender saltando algún duende o hada... donde al final, por fin se abrió paso el sol que nos acompañó hasta llegar al coche.
A la llegada, estiramos... nuestra amiga Carmen impartió una lección magistral de estiramientos basados en el yoga que vino de lujo a más de uno para liberar cargas musculares.
Nos sorprendieron una parejita muy joven, ingenieros forestales ambos, que llegaron para hablarnos de la asociación que habían creado recientemente con la intención de cuidar el monte, su limpieza, conservación y especialmente proteger a los pinsapos existentes... Nos pidieron que si no nos importaba hacernos una foto tirando la basura en los contenedores para publicarlas en su Web, a lo que accedimos y alguno, como yo, prometiendo asociarse.
Es necesario reconocer la calidad, espectacularidad y profesionalidad de las fotos hechas por Rafi y su cámara, que podrían alojarse, sin duda, entre las páginas del national geographic.
Una jornada montañera preciosa, unas vistas difíciles de describir por su belleza, muchas, muchas risas, la mejor de las compañías, unas anécdotas únicas y un grupo genial.... para repetir y repetir.... momentos que nos llevamos guardados en la retina y el corazón, junto con las fotos compartidas.
Parafraseando a nuestra compañera Carmen: "Souls recognize each other by vibes; by the way they feel, not by the way they look"...Las almas se reconocen entre sí por vibraciones; por la forma en que siente, no por la forma en que mira...
Nos vemos en las montañas compañeros....
https://youtu.be/vv8lTr_CrnQ